Las bodas de otoño siempre tienen un aroma muy especial, sobre todo en lugares tan maravilloso como la finca Las Margas. Para un fotógrafo de bodas poder trabajar en un lugar tan bonito y bien cuidado, en el maravilloso entorno de Segovia, es disfrute seguro.

Y qué decir de una pareja como la que forman Isabel y David. Siempre con una sonrisa en su cara sin que nada los desviara un milímetro de su único objetivo: pasar un día inolvidable. Ni un comienzo de jornada lluvioso torció mínimamente su gesto.

Un día para no olvidar.

Finca: Las Margas

Wedding planner: El Canotier

Catering: El Laurel

Peluquería y maquillaje: Esther Soto Eventos

Vestido de novia: Diana Zuleta

Música en directo: Son Cremita

Vídeo: Paltarods

Dj: High Volume Event

Decoración floral: Floraila

Para un fotógrafo de bodas en Madrid no hay nada más especial que trabajar en la calle por excelencia de la ciudad: la Gran Vía. Así que para mí poder realizar la boda de Lucía y Jorge en el hotel Hyatt Centric, en pleno corazón de la Gran Vía, fue una experiencia inolvidable, de esas que todos los fotógrafos de bodas de la capital queremos vivir al menos una vez.

La boda tuvo lugar en la azotea del hotel, literalmente en el cielo de Madrid, mientras atardecía, lo que convirtió toda la ceremonia en un auténtico disfrute que intenté plasmar lo mejor posible con mi cámara.

El resultado es el siguiente.

Cuando Gabri me llamó porque buscaba fotógrafo de bodas en Madrid supe que algo grande iba a pasar. Y es que él y yo nos conociamos desde hace mucho, de coincidir en otro trabajo y, casi, en otra vida.

Y así fue. La boda de Elena y Gabri fue un subidón de positivismo y buen rollo. Y es que eso es lo que desprenden los dos. Eso, y amor del que se puede palpar cuando les apuntas con el objetivo de tu cámara. Sin duda no se puede pedir nada más como fotógrafo de bodas y como fotógrafo de parejas.

Todas la ubicaciones de esta boda estuvieron llenas de originalidad y carácter. Primero la pequeña ermita y después La Casa Verde, un lugar muy especial en el que tuvo lugar la celebración.

Creo que todo esto queda reflejado en todas y cada una de las fotos de ese día. Una gran experiencia.

Hay ciudades en las que trabajar como fotógrafo de bodas es un lujo para los sentidos. Es el caso de Toledo y, más aún, si la boda se celebra en un lugar tan espectacular como El Cigarral de las Mercedes.

En una ubicación tan increíble tuve la suerte de narrar con mi cámara el enlace de Noelia y Alex, una pareja fabulosa. En cuanto se pusieron en contacto conmigo porque buscaban un fotógrafo de bodas en Toledo, rápido nos dimos cuenta de que había conexión y que nos íbamos a entender muy bien.

Buscaban un reportaje de boda que se adaptaba perfectamente a mi estilo y a mi forma de trabajar, por lo que todo fluyó con facilidad.

Hubo otro detalle que hizo aún más maravillosa esta boda: la madre de él se dedica a diseñar vestidos de novia, por lo que el vestido de Noelia fue de ensueño. Tener la suerte de que un familiar se dedique al diseño no está pagado.

Todo salió a la perfección y fue una de esas bodas que quedan en el recuerdo, tanto por los novios como por el lugar en el que se desarrolló todo.

Vestido de novia: Ángeles Serrano

Tocado: Carmen María Mayz

Ramo: Arbolande

Maquillador: Rodrigo Galo

Finca: El Cigarral de las Mercedes

La boda de Laure y Ale fue de las más enriquecedoras de la temporada por la mezcla de culturas y costumbres que se dio cita en ella. La novia era francesa y el novio argentino, y las familias de ambos asistieron, viajando cada una desde sus respectivos países. La mayoría de ellos era la primera vez que se veían, por lo que el resultado fueron muchas situaciones perfectas para disparar una foto.

Esta pareja buscaba un fotógrafo de bodas en Toledo para una ceremonia y una fiesta originales y muy divertidas. Ambas cosas tuvieron lugar en la finca Los Enebrales, un sitio estupendo en mitad del campo lleno de naturaleza y lejos del ruido y el tráfico.

Para un fotógrafo de bodas poder plasmar con la cámara la unión de dos familias tan distintas y compartir el día con ellos, no tiene precio.

El resultado creo que fue muy bueno y poder contar con luz natural durante toda la boda, ya que fue de día, fue un auténtico placer.